Los matrimonios mixtos en cuentos de hadas como La Sirenita
El conflicto que surge en los matrimonios mixtos, esto es, la unión de dos personas provenientes de un grupo diferente (de otra cultura, o bien de otra religión u otro país) aparecen retratados en el cuento de hadas de La Sirenita de Hans Christian Andersen, magistralmente llevado a la pantalla por los estudios Disney.
A través de la protagonista, Ariel, ya determinada por su propio nombre (Ariel-aire), quien con su rebeldía adolescente enoja considerablemente a su padre Tritón, Rey de los mares, enamorándose de Erik, un humano. La historia se desencadena en que Ariel se va a tener que convertir en una persona que pueda ir vivir en la tierra y dejar el mar.
Ariel tiene que pagar un precio alto por traicionar a su padre, quien es Tritón, quien reacciona como aquellos padres que, enfurecidos, amenazan a sus hijos a través de hacerles sentir que por sus propios actos mueren para ellos.
Frente a esto, Ariel es seducida por la bruja Úrsula, una condensación de madre, antigua rival de Tritón, que representa algún deseo inconsciente del mismo Tritón.
Como sucede en muchos cuentos de hadas, la bruja hace el papel de alcahueta-casamentera. Úrsula desea y pide a Ariel su más preciado don, la voz con la que cautiva a los hombres, privándola de la misma y ofreciéndole hacerla humana.
Esta situación parecería como un ritual de iniciación- castración brutal, como se siguen llevando a cabo hoy en día con las mujeres en el África. Al lograrlo, priva a Ariel, de su voz, su más importante atributo.
Habrá que ver, que en la segunda parte de la cinta de este cuento de hadas moderno, como resolvieron los estudios Disney, dotar de capacidades maternas a Ariel, complementando la historia de Andersen.