El Fantasma de la Ópera
Categorías Cuentos de hadas, Escritos, Terapia y análisis0 comentariosUna interpretación psicoanalítica en literatura, para obra cumbre de Gastón Leroux
El complejo de Edipo es pilar de la teoría psicoanalítica. Desde Freud que recurrió al mito de Edipo, para explicar la neurosis infantil, describiendo el conflicto que implica que el hijo se enamore del progenitor del sexo opuesto y que desee eliminar al del mismo sexo, queda claro que la vida nos coloca en una situación sin salida, porque si realizamos el incesto deseado por el pequeño, es decir, que se consumara el incesto, no sería manejable para el aparato psíquico y si se logrará eliminar al padre del mismo sexo, quedaría el pequeño desamparado sin un modelo de identificación.
Si no se escenificara el drama de Edipo, y el consiguiente triangulo resultado de éste, ¿seguirían existiendo las telenovelas?
A medida que fue progresando la teoría psicoanalítica, se siguió tratando el tema del complejo de Edipo, hasta que Melanie Klein puso en claro el hecho del Edipo temprano, reconociendo que en la mente existe el conocimiento de la existencia de la pareja parental, y gracias al concepto del Edipo temprano, se pueden explicar las manifestaciones edípicas en las psicosis.
Wilfred Bion, también se refirió al complejo de Edipo, para la construcción de su teoría, habiendo recurrido a la propuesta de Klein, de la existencia del instinto cognoscitivo, en realidad, un instinto básicamente humano, los seres humanos somos curiosos por naturaleza.
Es por ello que bien postuló que el núcleo del mito de Edipo yace en el saber; es la esfinge que revela la causa de los males y es el saber que Edipo cometió incesto con su madre y la noticia de que éste había matado a su padre, lo que lo lleva a arrancarse los ojos, símbolo de la transgresión, como bien apunta Freud.
Reflejo de la realidad
Cuando del conflicto de Edipo se trata, si bien tendemos a fijar la vista en la psique del infante, hay que tomar en cuenta que los deseos edípicos también existen en los padre éstos también se enamoran de sus hijos del sexo opuesto, y generalmente ello se reactiva cuando tiene lugar la adolescencia, surgen los deseos incestuosos que como medida de protección se reprimen, o se manifiestan con comentarios como, se van a robar a mi hija, el pretendiente de o que decir del hecho que a menudo la relación con los suegros es áspera pues implican la situación triangular, mi hija no la merece, y así se recrea la competencia edípica, teniendo que competir con la pareja del hijo, y lidiando con la frustración que a nivel inconsciente implica el hecho de ser una competencia ya por facto perdida.
En las historias de la literatura, como la del fantasma de la ópera, se plasman estas desdichas que el conflicto edípico trae consigo, a través de un anhelo de realizar una acercamiento irrealizable, prohibido, incestuoso.
Christiene recibe clases de canto por su maestro –padre, el fantasma, quien tiene idealizada a su hija. No habrá cantante mejor que Christine.
El fantasma-padre no está dispuesto a ceder a su hija-Christiene, a un hombre posible, para quien representa al lugar de yerno. A medida que crece Christine y su necesidad de tener una pareja, Madame Ninkin Kre, representa a la madre de Christiene -pareja del padre- fantasma, pues ella se encarga de mantener la cordura en esta lucha pasional.